La soberanía es humanista / Alinaluz Santiago


            


                                              En la vida todo es ir a lo que el tiempo deshace. 
Sabe el hombre donde nace y no donde va a morir.
 Juan Antonio Corretjet


En el texto, Humanismo y soberanía de Betances a Mari Brás, el Maestro Dr. Carlos Rojas Osorio nos toma de la mano, una vez más para llevarnos a reflexionar sobre la riqueza, por lo variado y profundo del pensamiento filosófico puertorriqueño. Lo hace a través de una serie de ensayos que, en principio, obedecen al orden cronológico biográfico de los personajes que parecen conformar esta visión filosófica nacional. No obstante, cuando nos imbuímos en la lectura comprendemos que realmente ninguna historia es totalmente lineal, mucho menos el pensamiento. El Dr. Rojas, como Maestro que es consigue contarnos las vidas de los pro-humanos ?? protagonistas de esta historia, desde el más viejo, Betances 1827 al más joven Álvaro López 1944; a su vez, a algunos los distingue como humanistas en distintos saberes, a otros los titula como “libertarios” y en Juan Mari Brás resume ambos, Soberanía y Humanismo. Por tanto, entendemos que en las historiografías individuales se imbrican y entretejen otros muchos tiempos que conforman su  espírtus. Estos ensayos son complejamente didácticos a través de los cuales el Dr. Rojas convoca al diálogo, en un mismo espacio, a espíritus iluminados como lo son Don Pedro Albizu Campos y Don Eugenio María de Hostos. Diálogos dialécticos que confirman su humanismo a la luz de la definición que el propio Dr. Rojas nos da:

El humanismo es una autovaloración que el ser humano hace de si mismo. Humanismo de la alteridad (Bajtín) o de la diferencia denominan algunos pensadores a un nuevo humanismo. Confianza en si mismo y en el otro ser humano sin discriminación alguna. (p. 8 y 9)

¿Quiénes son los interlocutores? ¿sobre qué hablan?, ¿redundan en acciones las ideas que se ventilan en estos diálogos?, ¿son humanistas? 

El primer personaje que sienta en el Ágora el Dr. Rojas Osorio es al Dr. Ramón Emeterio Betances. De él conocemos su biografía de la que destacamos que es hijo de padre dominicano y madre puertorriqueña, quedó huerfano de madre muy niño, se educó en Francia donde llegó a estudiar hasta medicina. De regreso a Puerto Rico se enamoró de su sobrina, muy niña, se amaron y ella se murió a pocos días de la boda de una enfermedad que la medicina no pudo vencer. Su vida fue una entrega por la lucha del derecho a ser libre el de todos los seres humanos por los que luchó, por la abolición de la esclavitud y la libertad sublime de su nación, Puerto Rico. Redactó los 10 mandamientos de los hombres libres y fue solidario con las luchas dominicanas y cubanas y por supuesto, la eterna revolución de Lares que ni el exilio ni los traidores lograron apagar de su acción ni de su corazón nunca. Murió en París a pocos días de la invasión norteamericana a Puerto Rico en 1898, algunos años antes el pre claro Dr. Betances había reafirmado: “Lo mismo da ser colonia Yanqui que española”. Parece quedar claro el humanismo de Betances: el respeto a la dignidad humana se alcanza desde la libertad y ésta no vale nada sin solidaridad; en el Caribe, politicamente, tiene su ideal en el Antillanismo. 

Con Betances dialogan: Gregorio Luperón y Hostos en Sto. Doimingo, en Cuba con los miembros del Partido Revolucionario cubano y en Puerto Rico, aún conversa, incansable con todos nosotros.

El segundo personaje citado al Ágora para este diálogo es Don Eugenio Maria de Hostos. Al entrar, se sentó junto a Betances y comenzaron a hablar de la belleza del mar Antillano... Mientras, los otros personajes invitados fueron llegando y acomodándose alrededor del Dr. Betances y del Maestro Hostos y así fluyó el diálogo, a la luz de los mandamientos para ser libres y al amparo de las necesarias leyes sociales, porque claro, lo dijo el Maestro Hostos: “La libertad está en relación de armonía con el derecho y el deber”. 

Cada ensayo ilustra la conversación que a través del tiempo de cada uno de nuestros pro-hombres y de nuestras pro-mujeres con las ideas que en cada uno en su tiempo les tocó vivir y tienen que asumir, pero con una constante, el diálogo hostosiano. Veamos algunos de ellos. 

Con Don Pedro Albizu Campos el tema es el imperialismo. En este aspecto nos dice el Dr. Carlos Rojas que es importante escuchar también al cubano Jose Martí, pues éste denuncia con prontitud las garras del mostruo imperial norteamericano. De igual manera Hostos se indigna  por la traición que representaron las medidas económicas capitalistas desenfrenadas en la democracia que tanto había admirado de ese País y dice: “Es una convicción inconfesa de los bárbaros que intentan desde el Ejecutivo de la federación popularizar la conquista y el imperialismo, que para absorber a Puerto Rico es necesario exterminarlo” (v: 301) p. 59. Hostos lo necesario vislumbró, Albizu lo vivió y dijo: “Para absorber a Puerto Rico es necesario exterminarlo; naturalmente, ve, como hecho que concurre con su designio, que el hambre y la envidia exterminen a los puertorriqueños”. (v: 301 p.60). Tal vez, por el momento histórico que le tocó vivir a Albizu se detiene en el tema del imperialismo yanqui, el que va a tener de modelo para distinguir las características fundamentales del imperialismo:

1.      Es una ley histórica que se repite. (Idea que Hostos no parece compartir)
2.      Realiza sus atropellos a nombre de los principios de la justicia. (Hostos trabajó a profundidad las leyes sociales y las del derecho).
3.      Usan la fuerza bruta para dominar y exterminar. (Así lo denomino Hostos también).
4.      Combaten todo intento de defensa nacional. (Hostos llamaba a la defensa de la dignidad de los puertorriqueños).

En el ensayo de Antonio S. Pedreira se mira la soberanía desde la estética y se reconoce que fue este ilustre intelectual puertorriqueño quien ubica as Hostos como uno de los más importantes filósofos latinoamericanos a través de su libro, Hostos: ciudadano de América. Un texto que recogió la vida y la obra del prócer y deja ver al Hostos escritor. Con Pedreira escuchamos otras voces pues como dijo el Dr. Arcadio Díaz Quiñones: “ Se puede afirmar sin temor a exageración que sin su presencia la literatura puertorriqueña no hubiera alcanzado el alto nivel que hoy tiene” (p. 77) 

La “Pasión Hispanoamericana de Doña Concha Meléndez” no fue un sentimiento que guardara para si, todo lo contrario, fue una consignia que dejó grabada en todos sus estudiantes, que a su vez se encargaron de dejárnosla a todos los que caminamos los pasillos de Estudios Hispánicos. El diálogo de Doña Concha fue con la belleza toda de Latinoamérica, en especial desde su literatura. Literatura que reconoce desde antes de la hispanidad deteniéndose a estudiarla y valorarla. Desde ahí su diálogo con Hostos en el ensayo “ Hostos y la naturaleza de América” leído en el 1939 en el centenarío de Prócer, en el que deja establecido que “ la patria grande latinoamericana la que cautiva a Hostos” (Rojas, p. 101). Al hacer esta cita de Hostos la maestra, Concha Meléndez  deja establecida su filosofía pedagógica y evidencia la trascendencia de la pedagogía hostosiana: “La naturaleza es paisaje, decoración y perspectiva, pero también es enseñanza. Enseña como vivia, porque posee el secreto de la vida en tres aspectos. Enseña como idea, porque sugiere continuas asociaciones entre ella y el mundo interior de cada hombre” (p. 108). 

Esta belleza particular de la naturaleza y  cultura latinoamericana alcanza una voz única en Juan Antonio Corretjer porque asume a su Patria, Puerto Rico desde el amor que entiende que la “vida es toda lucha”. En él se reafirma el diálogo con los predecesores en la lucha patria, se hace todo acción en su presente y deja en otros el diálogo hacia el futuro. Quien deja establecido el valor de Corretjer con claridad es Don Juan Martí Bras al decir:

Ningún poeta vivo o muerto ha podido elevar a dimensiones tan altas de expresión estética de P.R como punto de partida de la universalidad de los Puertorriqueños. Para mi, por lo menos, la Alabanza en laTtorre de Ciales y Distancias, mas que cualquier otra lectura en este mundo son capaces de recargar la voluntad  y hacer aflorar la alegría de la lucha ante las situaciones más adversas y los peores reveses. (Mari Brás, 997: 91  p. 156-157).

Y es precisamnete con el diálogo del Lic. Juan Mari Bras que queremos concluir estas palabras, de quien sus amigos sospechan haber llegado al ideal independentista a través de su  amor a la poesía. No es casual, pues, que es el ensayo dedicado a Juan Mari Brás el que contiene el título del libro del Dr. Rojas Osorio, Humanismo y Soberanía. Mari Bras conjuga ambas. Es humanista a lo Betances, ya que como mínimo defiende los diez mandamientos para los hombres libres y es soberanista a lo Hostos quien afirma que “la primera de las leyes sociales es la libertad”, ¿os es a la inversa? Frente a esta dialéctica el Lic. Mari Brás camina, dejando huellas de patriota. En ese camino contó con el Maestro Hostos y así afinó su concepto de soberanía “... el poder soberano deberá residir siempre en la sociedad y no en el estado” (p.228). Así también entonces habrá que ver el Derecho, a lo Hostos, como una “ciencia de la libertad”, una rama de la sociología, por tanto, en la soberanía no cabe que la fuerza bruta se imponga al derecho. Es predecible entonces que la propuesta soberana nazca de una gran Asamblea, que una vez vea conquistado su poder, mire a lo Bolívar, hacia la gran patria Latinoaméricana y así comienzar a mirar hacia el mar de las Antillas porque:

En la vida todo es ir a lo que el tiempo deshace.
Sabe el hombre donde nace y no donde va a morir. - Juan Antonio Corretjet

Mis queridos estudiantes estamos convocados al Ágora, la gran mesa de diálogos en tiempos paralelos e infinitos, representada en este texto del Maestro, Dr. Carlos Rojas Osorio... léanlo se sentirán amados... Señoras, Señores, La soberanía es humanista.

por Alinaluz Santiago

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