Publican estudio sobre los grupos de apoyo de la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico



Las trabajadoras sociales Antonia Rivera Rivera y Lilliam Valcárcel Navarro realizaron en el 2010 una investigación sobre los Grupos de Apoyo (GA) desarrollados por la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico (AAPR) desde 1998.   Se trataba de 16 grupos de apoyo distribuidos a través de toda la Isla, con una participación de alrededor de 300 personas, entre cuidadores  y familiares de pacientes, que se reunían mensualmente.

La investigación era importante porque se trataba de evaluar el programa de servicio directo que la AAPR brinda a cuidadores y familiares de estos pacientes.   En ésta se evaluó la calidad de la prestación de los servicios desde dos perspectivas: la de sus participantes (familiares y cuidadores) y la de los facilitadores.  Los resultados de esta investigación se presentaron en Sevilla, España en el Cuarto Congreso Iberoamericano de Alzheimer, llevado a cabo del 21 al 23 de octubre de 2010.  Los datos se divulgaron en Puerto Rico en tres ocasiones. En el Encuentro de Facilitadores del lunes, 16 de enero de 2012 celebrado en Bayamón; en el Noveno Ciclo de Conferencias 2012, llevada a cabo en Río Piedras el miércoles, 1 de febrero y en el programa Vínculo Dorado de Radio Paz, 810 AM, el miércoles, 28 de marzo de 2012.
 
Los objetivos de esta investigación fueron:
1.      Presentar un perfil de los cuidadores y de los facilitadores de los grupos de apoyo de la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico.
2.      Evaluar la calidad de los servicios prestados.
3.      Determinar la importancia de los grupos de apoyo como servicio directo para mejorar la calidad de vida del paciente y el cuidador.
4.      Identificar estrategias de intervención para mejorar la calidad de la prestación de servicios.

Entre las situaciones de la vida que más afecta a una familia es tener  una persona con la enfermedad de Alzheimer.   El percatarse que ese ser querido está perdiendo la memoria,  tiene dificultades en  las actividades del diario vivir, en el cuido y atención de sí mismo y, más aún, observar que comienza a tener problemas de juicio que se manifiestan al tomar decisiones que le son perjudiciales, pueden provocar en los familiares un sentimiento de angustia, miedo y tensión.   Muchos familiares se sienten solos, poco entendidos, sobrecargados y explotados física, emocional y socialmente.  Es en ese momento cuando asistir a un GA es una alternativa asertiva y beneficiosa para la persona.  El educarse,  ventilar sus dificultades como cuidador y aprender de otros que ya pasaron por el camino, es un proceso clave y de gran ayuda para cuidar a un ser querido con algún tipo de demencia como lo es el Alzheimer.   El cuidar a una persona enferma, que depende parcial o totalmente de uno, implica estrés  y más a  personas que ejercen el rol de cuidador principal.

Metodología
La población de este estudio se dividió en dos.  Por un lado los cuidadores que participaban en los grupos de apoyo y, por otro, los facilitadores de los mismos.  Al momento de diseñar la población a estudiar (marzo de 2010) la Asociación tenía una lista de 16 grupos de apoyo.  Por lo general, cada grupo contaba con un promedio de participación estimado entre 10 a 20 personas cuidadoras de pacientes y con dos facilitadores por cada uno.  Esto representaba un universo de entre 160 a 320 cuidadores participantes y de 32 facilitadores. Se estudio a toda la población.

Se prepararon dos cuestionarios.  Uno a llenar por los participantes de los grupos de apoyo ya fueran cuidadores o familiares de pacientes y el otro para los facilitadores.

Los datos se recopilaron en las reuniones de los meses de mayo y agosto de 2010 y de codificaron y analizaron con el  programado SPSS.

Resultados
Los hallazgos de la investigación indican, respecto a las características socio demográficas de los GA de la AAPR, que un cuidador es una mujer, casada, con estudios universitarios, jubilada, con una familia de dos miembros y un  ingreso mensual entre $1,000 a $2,000.  Que es cuidadora de su mamá, que tiene entre 81 a 90 años, con diagnóstico de EA hace tres años y es ayudada por su hija.  Un facilitador, por su parte, es mujer, de 56 a 65 años de edad, con estudios universitarios graduados, con especialidad en Ciencias Sociales, empleada, que usa computadora, Internet y correo electrónico, que domina el español y el inglés y da conferencias.  Es miembro de la AAPR, asiste al ciclo de conferencias y a las asambleas, lleva menos de un año como facilitador, lo hace por motivación personal y también tiene un familiar con enfermedad de Alzheimer.

Con respecto a la evaluación de los servicios prestados en los grupos de apoyo,  más del 75% de los cuidadores evalúan favorablemente los servicios prestados en los GA;  el 96% se siente satisfecho con la ayuda recibida; que el 73% reconoce el liderato, conocimientos y capacidad de ayuda de los facilitadores y que el 100% valora los recursos educativos recibidos y entiende es tan importante el sentirse ayudado como el educarse sobre la enfermedad. Para el facilitador, el objetivo principal de un grupo de apoyo es la autoayuda y luego la educativa.  El 96% está satisfecho o muy satisfecho con su rol; el 91%  entiende que los asistentes al grupo de apoyo están satisfechos con el servicio recibido.
Con respecto a la importancia del Grupo de Apoyo para el paciente y quien le cuida, se encontró que más del 70% de los cuidadores expresan que el GA les ayuda a entender la EA, explicarlo a la familia y manejar al paciente; más de un 54% entiende que el GA les ayuda a expresar y manejar sus propios sentimientos y emociones sobre la EA y que el 87% considera que es igualmente importante la autoayuda como la educación para mejorar la calidad de vida del paciente.

Los facilitadores, por su parte, entienden que la contribución más importante de los GA es ayudar a los cuidadores a entender la EA, educarse sobre la misma; hacerles sentir que no están solos, desarrollar lazos de solidaridad entre los cuidadores; ofrecerles espacio para expresar sus sentimientos al respecto.  El 91% de los facilitadores reconocen la importancia de los GA para los cuidadores y sus familiares.

Las estrategias de intervención recomendadas por los cuidadores fueron  más actividades educativas, mejorar las dinámicas del GA, mejorar las instalaciones físicas, el equipo, los recursos y la promoción de los mismos.  Desean, a su vez que se coordinen más ayudas al paciente tales como cuido diurno, centros de respiro, alternativas de cuido para etapas tardías de la EA y ayudas de agencias.  Se recibieron también  múltiples agradecimientos y felicitaciones por la labor realizada, en lugar de recomendaciones.

Los facilitadores recomendaron una mayor participación de la AAPR para ayudarles a mantenerse al día en los avances de la enfermedad, ayudar en situaciones especiales, arreglos administrativos, lograr el apoyo de la comunidad y en la promoción de los GA.

Conclusión
La experiencia de los grupos de apoyo brinda a los cuidadores y familiares de pacientes con enfermedad de Alzheimer de espacios de ayuda mutua y de compartir conocimientos y experiencias en igualdad de circunstancias, con otros que están en su misma situación.  El educarse, entender la enfermedad, expresar sus temores, dificultades y manejar sus sentimientos y estrés, ayuda, no solo a mejorar el cuido y manejo del paciente, sino a atenderse como cuidador, y buscar recursos para enfrentar esa ardua tarea, sin descuidar su propia salud y bienestar.  Los facilitadores de los GA, quienes a su vez pueden ser cuidadores de pacientes, necesitan el reconocimiento y el apoyo de la Asociación de Alzheimer en esta tarea que realizan voluntariamente. 
Esta investigación ha documentado esta labor de servicio directo que por tantos años ha realizado la Asociación y que tanto provecho ha brindado a cientos de familias puertorriqueñas.  Esperamos que la misma sirva para fortalecer y expandir sus servicios.

Antonia Rivera Rivera
27 de octubre de 2013

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