José Manuel García Leduc: un hombre indispensable




Por: Dr. Pablo García Colón
Prof. Laura Colón Plumey
Semblanza leída en ocasión de la investidura de Profesor Emérito a José Manuel García Leduc, por la Facultad del Recinto Universitario de Humacao, Universidad de Puerto Rico, el pasado miércoles 23 de febrero de 2012.
José Manuel García Leduc es, al decir de Bertolt Brecht, un hombre indispensable, de los que luchan toda la vida para alcanzar una meta, un sueño o un ideal. Ha sido indispensable para muchas causas nobles. Pero para esta institución de Educación Superior, la Universidad de Puerto Rico en Humacao, lo es porque ha estado vinculado a ella desde su fundación hasta el presente (1962-2012). Dicho de otra manera, la vida de esta institución académica y la vida universitaria de García Leduc están interrelacionadas inevitablemente.

García Leduc es miembro del grupo pionero de estudiantes que inició estudios en el entonces Colegio Regional de Humacao, el primero de los colegios regionales de la Universidad de Puerto Rico, inaugurado en agosto de 1962. Hijo único del Sr. Manuel García Ortiz y Sra. Lina Victoria Leduc, nació en el pueblo de Naguabo un 26 de julio. De 1962 a 1964 tomó los cursos básicos pertenecientes a los Estudios Generales en el Colegio Regional de Humacao. De 1964 a 1966 estudió en la Facultad de Pedagogía del Recinto de Río Piedras, donde obtuvo el grado de Bachiller en Educación Secundaria con especialidad en Estudios Sociales.

Estudiante aventajado, fue inmediatamente reclutado por la Administración del Colegio Regional de Humacao para que se incorporase a la facultad del Departamento de Humanidades. Se convirtió así en el primer ex-alumno en integrarse a la tarea docente en esta Universidad. Durante sus cuarenta y tres (43) años de docencia universitaria se desempeñó incansablemente en todos los comités de trabajo del Departamento de Humanidades. Entre estos se destacan el de Personal, Currículo, Planificación y Desarrollo, Normas y Reglamento, de Apelación Estudiantil, Bachillerato en Humanidades y, perpetuamente, el Comité de Biblioteca, Departamento Académico con el que colaboró continuamente, al punto que parecía ser miembro del mismo. De 1991 al 1996 dirigió en propiedad el Departamento de Humanidades, amén de las muchas ocasiones en que fungió como Director Interino.
Como representante de la Facultad perteneció a los organismos regentes de la Institución. Desde los orígenes de la Institución perteneció a la Junta Académica, la Junta Colegial, y luego al Senado Académico y Junta Administrativa. Colaboró a nivel institucional en innumerable comités y grupos de trabajo. Algunos de los más destacados son: Subcomité de Auto-estudio para la Visita de Acreditación de la Middle State, Festival Casals pro Fondos Museo Casa Roig, Celebración de Aniversarios del CUH, Junta Editora de la Revista Exégesis, Junta Asesora Centro Documentación Obrera Santiago Igesias Pantín, Celebración del Centenario del Nacimiento de don Jaime Benítez y muchos más.

Tuvo una destacada participación, como soldado de a pie y como Presidente de la Asociación de Profesores del Colegio Universitario de Humacao (hoy Asociación de Docentes) en las luchas para alcanzar la mayor excelencia académica, conseguir para la Facultad las reivindicaciones a las que aspira y merece (por ejemplo el Plan Único de Salud, la obvención); para el desarrollo académico y autonomía administrativa del Colegio Regional de Humacao (por ejemplo la creación e implantación de los programas conducentes al grado asociado y al bachillerato; el reconocimiento de la Institución como Colegio Universitario de Humacao y luego Recinto Universitario de Humacao). Fue pieza clave en el trabajo de difusión, exaltación y reconocimiento del ilustre humacaeño Don Águedo Mojica Marrero. Trabajo que culminó con el acto en tributo a esta figura paradigmática, que durante varios años celebró nuestra Institución: la Semana de Águedo Mojica y en la denominación de la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico en Humacao como Biblioteca Águedo Mojica Marrero. También fue instrumental en la donación y creación del Centro de Documentación Obrera Santiago Iglesias Pantín con sede en la Biblioteca de la Institución. Al igual que en el establecimiento del Museo Casa Roig y en la creación del Bachillerato en Artes con concentración en Estudios de Puerto Rico y el Caribe, del Departamento de Humanidades de la UPRH. En muchas ocasiones comentó que no pensaba jubilarse hasta que no graduase al primer estudiante en este bachillerato. Además, defendió y acompañó los reclamos de los estudiantes, Empleados Exentos no Docentes y al Sindicato de Trabajadores para el desarrollo de una Universidad que aspirase a ser cada vez más democrática, justa y libre.

En 1990 fue nombrado, por el entonces gobernador de Puerto Rico Rafael Hernández Colón, a la Junta Estatal Asesora de Documentos Históricos
Pero quizás, lo más impactante de su labor universitaria de más de cuatro décadas fue su trabajo en el salón de clases. La docencia universitaria la ejerció con el mayor grado de dedicación, compromiso y esfuerzo. Trabajo docente que con justicia se ha convertido en paradigmático para muchos profesores más jóvenes del Departamento de Humanidades y de otros Departamentos Académicos de la Institución, que con el mayor cariño y reverencia se refieren a él como el Maestro García Leduc.
Cuando descubrió que el magisterio era su verdadera vocación profesional asumió el compromiso de practicar una educación liberadora que promoviese cambios y transformaciones para alcanzar el desarrollo integral y pleno del ser humano. Siempre fue considerado y respetuoso con sus estudiantes y promotor del diálogo entre profesor y estudiante como mecanismo para impartir sus lecciones. Excelente conversador, poseedor de una vasta y depurada cultura general y como buen maestro, conocedor del arte de escuchar, observar y sugerir. En el Departamento de Humanidades de esta Universidad, único lugar donde laboró, impartió los cursos de Humanidades, Historia de Puerto Rico, Historia de Hispanoamérica e Historia de Estados Unidos, con la misión de formar competentes y dignos profesionales en sus áreas de especialización y ciudadanos libres, pensantes y críticos.

Practicante del oficio de historiador
En 1969 inició estudios en historia en The Catholic University of America en Washington, D.C. Allí obtuvo su grado de maestría y doctorado en Filosofía y Letras con especialidad en Historia de Latinoamérica. Además de obtener títulos académicos, equipó su caja de herramientas para convertirse en un cazador del pasado humano. Su presa se localiza en Archivos, Bibliotecas, Hemerotecas, Museos, etc., donde se encuentran huellas, pistas, trazos, indicios y signos dejados por la actividad de los seres humanos. Ha realizado investigaciones históricas sobre Puerto Rico e Hispanoamérica en repositorios de Puerto Rico, España y Estados Unidos. Ahora bien, el conocimiento histórico no se reduce a una mera crónica o simple narración de lo que sucedió en el pasado. La historia es una búsqueda de lo que da significado a este presente. Para ello, el historiador somete toda evidencia que pretenda utilizar en sus construcciones a un riguroso proceso de análisis, crítica y selección. Es decir, que analiza y evalúa todo testimonio que encuentre para establecer su valor como fuente informativa auténtica y confiable, dirigida a dotar de significado el pasado de los seres humanos y de las sociedades.

Sus ideas sobre el oficio de historiador se han inspirado, principalmente, en la Escuela Británica de Historiadores Marxistas. Una de las escuelas historiográficas más importantes e influyentes del siglo pasado. Los historiadores que siguen esta escuela historiográfica aplican el marxismo al análisis histórico desde una visión no ortodoxa, sino como un punto de referencia teórico, que usan de forma creativa en el análisis y construcción del conocimiento histórico. Esto es, que no tienen nada que ver con lo que se conoce como marxismo dogmático o vulgar. García Leduc se ha declarado admirador de Christopher Hill, uno de los principales y más importantes historiadores que han practicado y promovido esta escuela historiográfica. Aplica en su trabajo historiográfico los postulados teóricos y metodológicos de Hill, así como los de Eric Hobsbawm, otro distinguido historiador que prestigia esta corriente historiográfica.
José Manuel García Leduc ha participado como conferenciante invitado en simposios y congresos en Puerto Rico, Cuba, México, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos, etc. Sus conferencias y trabajos de investigación histórica han sido publicados en revistas profesionales y académicas de Puerto Rico, el Caribe, América Latina y Estados Unidos. Sobre este particular solo quiero apuntar que, en el 2008 revistas académicas de cuatro (4) unidades del sistema de la Universidad de Puerto Rico publicaron artículos de investigación histórica de su autoría. Estas fueron Humacao, Carolina, Ponce y Cayey. Al presente, ha publicado nueve (9) libros, tiene varios listos para su publicación y otros en proceso de redacción. Los títulos de los libros publicados son:

1. Tras las huellas del pasado. Mosaico de historia de Puerto Rico (Siglos XIX y XX). Publicado junto a varios autores en 2000.
2. Historia, historiadores, posmodernos y otros demonios.
3. Apuntes para una historia breve de Puerto Rico (desde la prehistoria hasta 1898).
4. Betances heterodoxo. Contexto y pensamientos.
5. Intolerancia y heterodoxias en Puerto Rico (Siglo XIX).
6. ¡La pesada carga! Iglesia, clero y sociedad en Puerto Rico (S. XIX): aspectos de su historia.
7. Censos y Capellanías. La Iglesia Católica como entidad financiera en Puerto Rico (Siglo XIX). Algunos aspectos generales.
8. Ciclo revolucionario y emigración de clero católico a Puerto Rico (cc. 1810-1865): Costa Firme, Perú, Alto Perú y el Santo Domingo español.
9. Las luchas alternas por la libertad. Recién publicado en 2012.

Su producción historiográfica se destaca por la exactitud, claridad, maestría expositiva, afirmaciones muy reflexionadas y por un sólido conocimiento de la documentación. En su trabajo de investigación histórica ha optado por pasar por el cedazo un amplio cuerpo documental que le ha puesto en contacto con diversos actores sociales. Guiado por su saber y su experiencia decidió seguir las huellas y no quitar la mira de estos personajes que normalmente no se mencionaban en los libros y cursos de Historia de Puerto Rico. Los sujetos de sus investigaciones son: 1) sacerdotes católicos que se destacaron como ambiciosos empresarios. Estos participaron constantemente en actividades económicas como: la adquisición de tierras, el establecimiento de estancias agropecuarias y haciendas azucareras o cafetaleras, la compraventa de esclavos, la compraventa y alquiler de casas y la otorgación de préstamos. 2) Negros esclavos africanos irreverentes que se transformaron en sus propios libertadores o de sus familiares, utilizando toda clase de mecanismos alternos para alcanzar la soñada y ansiada libertad. 3) Masones, protestantes y espiritistas-kardesianos que a pesar de la censura, intolerancia y persecución a la que fueron sometidos estuvieron dispuestos a retar pública y abiertamente al orden colonial absolutista y a la Iglesia Católica en Puerto Rico durante el siglo XIX, por el reconocimiento de los derechos civiles necesarios e indispensables para edificar una sociedad plural, tolerante y democrática.
Es decir, que ha estudiado la relación que se articula entre dominación y subalternidad, así como las múltiples y complejas relaciones que se establecen entre los subalternos, los oprimidos de todos los tiempos.

Siempre ha desarrollado su labor de investigador conjuntamente con su trabajo docente. Como sabemos, la tarea de un profesor universitario que tome su trabajo en serio conlleva duras exigencia, y con su responsabilidad, no menos exigente y no menos importante, de padre de familia. José Manuel ha compartido, ha disfrutado su familia. Se unió en matrimonio, hace más de cuatro décadas, con la señora Henrieta M. Rivera de León (Tata). De esta unión nacieron la licenciada Henrieta Lina García Rivera (Tatita), Manuel Enrique García Rivera (Q.E.P.D.) y el estudiante de meteorología José Manuel García Rivera. Completa el núcleo familiar su nieto, el virtuoso de la guitarra, Ián Manuel Roa García. José Manuel ha consagrado su vida a disfrutar de la compañía de su familia, a quienes ama profundamente.
José Manuel García Leduc es el auténtico maestro que ama y siente profundamente a esta Universidad; es un historiador que siente orgullo y dignifica su oficio, encuentra en el pasado un depósito de conocimiento, razón y esperanza. Un ser humano genial e indispensable, sin pretensiones de protagonismo, que ha merecido por sus ejecutorias, las distinciones más altas y solemnes que confiere la academia: el 28 de enero de 1997 la Junta Académica del CUH le concedió la distinción conocida como Lección Magistral y hoy, 22 de febrero de 2012, la UPRH se une a la Junta de Síndicos y la Presidencia de la UPR para celebrar su investidura como Catedrático Emeritus de la UPRH.

Enhorabuena y larga vida al Dr. José Manuel García Leduc.

Pablo García Colón, PhD.
Laura Colón Plumey, MLS
Humacao, diciembre de 2011.

Imágenes de la Ceremonia de Investidura del Profesor Emérito



De izquierda a derecha, Dra. Carmen Hernández, Rectora UPRH, Dr. Miguel A. Muñoz, Presidente UPR, Dr. José M. García Leduc, Profesor Emérito







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