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Edificio SRIA |
La biblioteca Aguedo Mojica Marrero de la UPRH es una unidad docente que busca desarrollar en el estudiantado competencias que lo capaciten para acceder con efectividad a las fuentes de información y para manejar críticamente los contenidos. Se concibe como un aula grande que brinda experiencias de aprendizaje con la finalidad de formar egresados capaces de utilizar información confiable para construir su propio conocimiento y aptos para ser aprendices de por vida.
Interior Biblioteca AMM |
Dichos servicios se brindan todos los días en un horario variado que suma presencialmente un total de 89 horas semanales y un
servicio de referencia virtual sistémico disponible 24/7. Los servicios son administrados por un total de 19 empleados regulares, 6 de los cuales
conforman la facultad bibliotecaria de la UPRH, 6 bibliotecarios auxiliares, una
archivera, 3 ayudantes administrativos y secretariales y 3 técnicos de sistemas
computacionales. Además 3 empleados a tiempo parcial atienden los servicios nocturnos, sabatinos y dominicales. Estudiantes asistentes y a jornal colaboran en las tareas y servicios de la biblioteca.
Actualmente la biblioteca esta organizada en 7 colecciones, 2
de las cuales son únicas: CDOSIP y Colección Luis Rafael Sánchez. Cuenta además
con 7 salas de estudio grupal y un salón de computadoras. Igualmente es la sede
de la base de datos Conuco, un servicio de acceso a los contenidos de las
revistas puertorriqueñas.
La biblioteca sirve tanto a la comunidad universitaria como a la comunidad externa. Entre los servicios que brinda están:
asesorías, préstamos de libros y materiales audiovisuales, proyecciones de video, acceso a
bases de datos con más de 30 millones de documentos, referencia virtual, reserva digital, préstamos
interbibliotecarios, fotocopiadoras e impresoras y talleres de capacitación en competencias de información.
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Espacios de aprendizaje propuestos |
La biblioteca fue
evaluada por la American College and Research Libraries (ACRL) en el 2008 y como parte de las recomendaciones se instituyó un Comité
para la Reorganización y Remodelación de
la entidad. El propósito es convertirla por etapas en una moderna estructura de
servicios de información de dos unidades, es decir un Centro de Aprendizaje Colaborativo
(Learning Common) y un Centro para la Investigación (Research Common)
Actualmente la facultad bibliotecaria se apresta a iniciar el proceso para formular un plan estratégico a tono con el plan estratégico
institucional para el periodo de 2013-2014 al 2017-2018 recientemente aprobado.
Los retos y las oportunidades para la Biblioteca, de acuerdo a las
tendencias que plantea el universo de la información, sus creadores y los
medios que la contiene, apuntan a que el plan debe contener cuatro lineamientos estratégicos sobre asuntos ineludibles.
En primer lugar, la biblioteca como educadora en el ámbito de la relación individuo e información considerada, por un lado, desde una
perspectiva mediática, es decir la de los intermediarios, y por otro lado desde la
capacidad de juzgar críticamente la calidad de la información basada en
criterios mínimos como autoridad, veracidad, confiabilidad y honestidad
académica, entre otros. El compromiso primordial de la labor docente que
le corresponde está ligado estatutariamente al componente de educación general
de la UPRH.
En segundo lugar, la restructuración de la gestión bibliotecaria y la reorganización de los espacios donde se gestionan los servicios. Sobre todo, considerando la brecha existente entre las actuales instalaciones y los acelerados cambios en las TIC y su impacto en los estilos de acceder a la información, así como en la construcción y divulgación del conocimiento.
El tercer lineamiento tiene que ver con el fortalecimiento de su facultad bibliotecaria. Los datos sobre jubilación indican que ésta se reducirá de cerca de una veintena en la pasada década a solo dos miembros dentro de tres años.
En segundo lugar, la restructuración de la gestión bibliotecaria y la reorganización de los espacios donde se gestionan los servicios. Sobre todo, considerando la brecha existente entre las actuales instalaciones y los acelerados cambios en las TIC y su impacto en los estilos de acceder a la información, así como en la construcción y divulgación del conocimiento.
El tercer lineamiento tiene que ver con el fortalecimiento de su facultad bibliotecaria. Los datos sobre jubilación indican que ésta se reducirá de cerca de una veintena en la pasada década a solo dos miembros dentro de tres años.
Y finalmente, el desarrollo de una infraestructura tecnológica que
inserte la gestión bibliotecaria a las tecnologías existentes y emergentes para
posibilitar que la facultad bibliotecaria pueda asumir su tarea de productor de contenidos, es decir, bibliotecarios versados
en la web formados en un área particular
del conocimiento capaces de filtrar la información y ofrecerle al
usuario los contenidos que precisa.
Estas líneas estratégicas no son todas, pero a mi entender son las
principales, aunque puedan formularse de otras maneras. Con seguridad recogen las funciones
esenciales de los bibliotecarios insertadas en un entorno evolucionado tecnológicamente.
Un entorno que viene impactando, aunque de manera desigual, a todas las sociedades y al trabajo humano con
consecuencias aún impredecibles. Muchos son los retos y valiosas las oportunidades para los profesionales de la información, no obstante, en el entorno deseado, es preciso seguir innovando apegados al rol académico que nos corresponde: actuar como intermediarios del conocimiento y la información con vocación de provocar el aprendizaje y potenciar el desempeño exitoso de nuestro estudiantado de por vida.
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